martes, 20 de marzo de 2012

¿POR QUÉ ?LOS POLÍTICOS NO AFRONTAN MUCHAS CUESTIONES

Los focos de los medios y los políticos eluden muchas cuestiones, y ponen el enfásis en sólo algunas. Con una crisis tan brutal como la actual, se me plantean algunas de esas cuestiones que no se resuelven o plantean por los políticos de los partidos mayoritarios, por qué?
1) El fraude fiscal y de la seguridad social: cifrado en un 20/30% del PIB, por qué? no es clave el resolver el fraude, solventaría el déficit de un plumazo, lo más injusto que existe es el fraude fiscal, cuanto más fraude existe en un país más subdesarrollado es. No veo un esfuerzo resuelto por atajarlo, parece que se esté cómodo con él.
2) Las pensiones: por qué todo el mundo (partidos, sindicatos) están en contra de que el cálculo de la pensión se haga en función de toda la vida laboral?, hay algo más injusto que alguien cotize toda la vida por máximos, y se quede en el paro a los 50 años, y esté abocado a cobrar una pensión mínima. No lo entiendo, que cada uno cobre respecto a lo que cotiza, no si tiene suerte o no; con lo cuál el que puede actuar sobre las bases, cotiza poco casi toda su vida, y cotiza al máximo al final de su vida laboral.
3) Por qué? se tolera la picaresca: subsidios de paro en gente que se sabe trabaja en negro, chapuzas sin factura, becas de comedor para gente con patrimonio importante, subvenciones para todo, defraudadores que además de no pagar impuestos, cómo sus ingresos no constan tienen derecho a multitud de subsidios.No lo entiendo.
4) La hipocresia; por qué todos los políticos van a hacer multitud de ajustes pero siempre dicen: pero las políticas sociales no las tocamos, pero por qué? habra que plantearselo todo no?; por qué operar gratis a los ingleses que vienen a España (cuando ni están en el euro, ni aportan a nuestra sanidad nada), por qué prestar servicios sanitarios a inmigrantes sin control, y tenganlo claro, inmigrantes hay tambien ricos. Por qué no cobrar algo por atención médica o recetas, que no se sabe que hay jubilados que proveen a toda la familia de medicamentos gratis?, que después se desperdician. Estoy harto del comodín: "no tocamos las políticas sociales ni el estado del bienestar", pero si hay que tocarlo, sanidad y educación, subsidios del paro y pensiones, son lo más costoso; pues revisenlos, corten las actividades de picaresca, y cobren para evitar el "gratis cueste lo que cueste". ¿y por qué no se tocan las pensiones? que aquí estamos sufriendo todos. Mi padre lleva años diciendome, estoy harto, trabajando y cotizando desde los 14 años a los 65, y me jubilo y como no tengo pensión mínima, si no un poco más, se me iguala lo que cobro con gente que apenas ha cotizado, ni trabajado, muchas veces porque no han querido: los políticos se han cansado de decir:"hemos subido las pensiones mínimas en tal porcentaje (mucho más que lo que sería lógico)".
5) por qué se prejubila a la gente de las cajas con dinero del FROB( que al final lo pagaremos todos) garantizándoles los sueldos previos al 95% (100.000 € o más), pero esto que es? con la connivencia del Banco de España, PP, PSOE, etc, por qué? tanto se han aprovechado de las cajas?, y por qué los bancos no han dicho nada?.
6) En fín, no se me ocurre nada más, pero todos los días vé uno cosas que podrían corregirse porque son de una justicia demoledora, y por alguna razón desconocida los políticos deciden obviar.

¿por qué?

viernes, 2 de marzo de 2012

1998 ARTURO DIXIT LA PROFECÍA

Los Amos del Mundo. ARTURO PÉREZ-REVERTE

Artículo publicado en "El Semanal" el 15 de noviembre de 1998, que ya auguraba lo que nos iba a pasar. No tiene desperdicio, es bruto y descarnado pero premonitorio:

    "Usted no lo sabe, pero depende de ellos. Usted no los conoce ni se los cruzará en su vida, pero esos hijos de la gran puta tienen en las manos, en la agenda electrónica, en la tecla intro de su ordenador, su futuro y el de sus hijos. Usted no sabe que cara tienen, pero son ellos quienes lo van a mandar al paro en nombre de un tres punto siete, o de un índice de probabilidad del cero coma punto cuatro.
    Usted no tiene nada que ver con esos fulanos porque es empleado de una ferretería o cajera de Pryca, y ellos estudiaron en Harvard e hicieron un máster en Tokio- o al revés-, van por las mañanas a la Bolsa de Madrid o a la de Wall Street, y dicen en ingés cosas como long-term capital management, y hablan de fondos de alto riesgo, de acuerdos multilaterales de inversíón y de neoliberalismo económico salvaje, como quien comenta el partido del domingo.
    Usted no los conoce ni en pintura , pero esos conductores suicidas que circulan a doscientos por hora en un furgón cargado de dinero van a atropellarlo el día menos pensado, y ni siquiera le quedará a usted el consuelo de ir en la silla de ruedas con una recortada a volarles los huevos, porque no tienen rostro público, pese a ser reputados analistas, tiburones de las finanzas, prestigiosos expertos en el dinero otros. Tan expertos que siempre terminan por hacerlo suyo; porque siempre ganan ellos, cuando ganan, y nunca pierden ellos, cuando pierden.
     No crean riqueza, sino que especulan. Lanzan al mundo combinaciones fastuosas de economía financiera que nada tienen que ver con la economía productiva. Alzan castillos de naipes y los garantizan con espejismos y con humo, y los poderosos de la tierra pierden el culo por darles coba y subirse al carro.
   Esto no puede fallar, dicen. Aquí nadie va a perder; el riesgo es mínimo. Los avalan premios Nóbel de Economía, periodistas financieros de prestigio, grupos internaciones con siglas de reconocida solvencia. Y entonces el presidente del banco transeuropeo tal, y el presidente de la unión de bancos helvéticos, y el capitoste del banco latinoamericano, y el consorcio euroasiático y la madre que los parió a todos, se embarcan con alegría en la aventura, meten viruta por un tubo, y luego se sientan a esperar ese pelotazo que  los va a forrar aún más a todos ellos y a sus representados.
   Y en cuanto sale bien la primera operación ya están arriesgando más en la segunda, que el chollo es el chollo, e intereses de un tropecientos por ciento no se encuentran todos los días.
   Y aunque ese espejismo especulador nada tiene que ver con la economía real, con la vida de cada día de la gente en la calle, todo es euforia, y palmaditas en la espalda, y hasta las entidades bancarias oficiales comprometen sus reservas de divisas. Y esto señores, es Jauja.
    Y de pronto resulta que no. De pronto resulta que el invento tenía sus fallos, que lo de alto riesgo no era una frase sino exactamente eso: alto riesgo de verdad. Y entonces todo el tinglado se va a tomar por el saco. Y esos fondos especiales, peligrosos, que cada vez tienen más peso en la economía mundial, muestran su lado negro. Y entonces-!oh prodigio!-mientras que los beneficios eran para los tiburones que controlaban el cotarro y para los que especulaban con dinero de otros, resulta que las pérdidas, no.
    Las pérdidas, el mordisco financiero, el pago de los errores de esos pijolandios que juegan con la economía internacional como si jugaran al Monopoly, recaen directamente sobre las espaldas de todos nosotros. Entonces resulta que mientras el beneficio era privado, los errores son colectivos y las pérdidas hay que socializarlas, acudiendo con medidas de emergencia y con fondos de salvación para evitar efectos dominó y chichis de la Bernarda.
   Y esa solidaridad, imprescindible para salvar la estabilidad mundial, la pagan con su pellejo, con sus ahorros, y a veces con sus puestos de trabajo, Mariano Pérez Sánchez, de profesión empleado de comercio, y los millones de infelices Marianos que a lo largo y ancho del mundo se levantan cada día a las seis de la mañana para ganarse la vida.
   Eso es lo que viene, me temo. Nadie perdonará un duro de la deuda externa de países pobres, pero nunca faltarán fondos para tapar agujeros de especuladores y canallas que juegan a la ruleta rusa en cabeza ajena.
   Así que podemos ir amarrándonos los machos. Ése es el panorama que los amos de la economía mundial nos deparan, con el cuento de tanto neoliberalismo económico y tanta mierda, de tanta especulación y de tan poca vergüenza."