jueves, 15 de septiembre de 2011

QUE ESTAMOS HACIENDO CON NUESTROS HIJOS

http://www.youtube.com/watch?v=ZW1DLhkIlKg

Conferencia de la psicóloga chilena Pilar Sordo, genial, sobre la educación de nuestros hijos, y sobre la situación de los padres (de mediana edad).

Algo va mal, esta señora nos lo indica.

Saludos y buena crianza.

martes, 13 de septiembre de 2011

KRUGMAN: DESCRIBIENDO LO QUE ESTA PASANDO

Aquí teneis una descripción de la actualidad económica, es ilustrativo; y mientras acabo de leer que Rubalcaba se arrepiente de no haber reestructurado las cajas antes (ahora?), yo diría antes y mejor. Años de afirmar que España tenía el mejor sistema financiero del mundo, y mejor supervisado (Miguel Angel Fernández Ordoñez?), y ahora todos acollonats. Eso sí, a los directivos amiguitos del sector con sueldos cien mil euristas o más, responsables de los desaguisados los envío prejubilados al 95% del sueldo, a jugar al golf y pasear con el yate. Por otro lado los políticos y expertos, pidiendo a los trabajadores y pensionistas esfuerzos ya que todo se arregla bajando sueldos y tirando a gente. No tienen vergüenza, nadie, habrá que replantearse estas sociedades que generan directivos que se forran, toman malas decisiones, y además recomiendan a los demás sacrificios. Por cierto alguien me puede decir cuantos millones de euros va a costar reestructurar las cajas a través de unos préstamos del FROB que nadie devolverá (dinero público); los demás ahorros y sacrificios serán pecata minuta en comparación, eso sí nos cuentan lo que quieren.

TRIBUNA: El agravamiento de la crisis - El temor de los inversores PAUL KRUGMAN

Un desastre impecable

PAUL KRUGMAN 13/09/2011
Vota
Resultado Sin interésPoco interesanteDe interésMuy interesanteImprescindible 243 votos
Imprimir Enviar
 
El jueves, Jean-Claude Trichet, el presidente del Banco Central Europeo -el equivalente europeo a Ben Bernanke- perdió su sangre fría. En respuesta a una pregunta sobre si el BCE se está convirtiendo en un "banco malo" gracias a su compra de deuda de países con problemas, Trichet, levantando la voz, insistió en que su institución ha actuado de manera "¡impecable, impecable!" como guardiana de la estabilidad de los precios.
Resulta difícil defender que la situación fiscal de España sea peor que la británica
La situación está llegando a un punto crítico. Esto podría venirse abajo en cuestión de días
Desde luego que lo ha hecho. Y por eso es por lo que el euro corre ahora el riesgo de hundirse. La agitación financiera en Europa ya no es un problema de las pequeñas economías periféricas como la de Grecia. Lo que está en marcha ahora mismo es un ataque a gran escala de los mercados contra las economías mucho más grandes de España e Italia. En este momento, los países en crisis representan alrededor de un tercio del PIB de la eurozona, así que la propia moneda común europea está bajo una amenaza existencial.
Y todos los indicios apuntan a que los dirigentes europeos no están siquiera dispuestos a reconocer la naturaleza de esa amenaza, por no hablar ya de hacerle frente de manera efectiva.
Me he quejado mucho de la "fiscalización" del discurso económico aquí en Estados Unidos, el modo en que la atención prematura a los déficits presupuestarios desvió la atención de Washington del actual desastre del empleo. Pero no somos únicos en ese sentido y, de hecho, los europeos han sido mucho, mucho peores.
Escuchen a muchos dirigentes europeos -especialmente, aunque no sean ni mucho menos los únicos, los alemanes- y pensarán que los problemas de su continente son una simple fábula sobre la deuda y el castigo: los Gobiernos se endeudaron demasiado, ahora están pagando el precio y la austeridad fiscal es la única respuesta.
Sin embargo, esta historia es válida, en todo caso, para Grecia y nadie más. España en concreto tenía superávit presupuestario y una deuda baja antes de la crisis financiera de 2008; se podría decir que su historial fiscal era impecable. Y aunque fue golpeada duramente por el fin de su boom inmobiliario, sigue siendo un país con una deuda relativamente baja y resulta difícil defender el argumento de que la situación fiscal subyacente del Gobierno de España sea peor que la de, por ejemplo, el Gobierno británico.
Entonces, ¿por qué tiene España -junto con Italia, que tiene una deuda más alta pero déficits más bajos- tantos problemas? La respuesta es que estos países se enfrentan a algo muy parecido a una espantada masiva bancaria, excepto por el hecho de que la retirada masiva de fondos afecta a los Gobiernos, en vez de -o más exactamente así como a- a sus instituciones financieras.
Así es como funciona dicha retirada masiva: los inversores, por la razón que sea, tienen miedo de que un país no sea capaz de pagar sus deudas. Esto hace que no estén dispuestos a comprar los bonos del país o, al menos, no salvo que se les ofrezca un tipo de interés muy alto. Y el hecho de que el país deba refinanciar su deuda a tipos de interés altos empeora sus perspectivas fiscales, lo que hace el impago más probable, de modo que la crisis de confianza se convierte en una profecía que acaba cumpliéndose.
Y a medida que esto sucede, se convierte también en una crisis bancaria, puesto que los bancos de un país suelen invertir grandes cantidades en deuda pública.
Ahora bien, un país con su propia moneda, como Reino Unido, puede eludir este proceso: si es necesario, el Banco de Inglaterra puede intervenir para comprar deuda gubernamental con dinero recién creado. Esto podría conducir a la inflación (aunque incluso eso es improbable cuando la economía está deprimida); pero la inflación plantea una amenaza mucho menor para los inversores que una suspensión de pagos total. España e Italia, sin embargo, han adoptado el euro y ya no tienen sus propias monedas. Como consecuencia, la amenaza de una crisis autocumplida es muy real (y los intereses sobre la deuda española e italiana son más del doble que los de la deuda británica).
Y eso nos lleva de nuevo al impecable BCE. Lo que Trichet y sus compañeros deberían estar haciendo ahora mismo es comprar deuda española e italiana; es decir, hacer lo que estos países estarían haciendo por sí mismos si todavía tuviesen sus propias monedas. De hecho, el BCE empezó a hacer exactamente eso hace unas semanas y les dio un respiro temporal.
Pero el BCE se vio inmediatamente bajo la extrema presión de los moralizadores, que odian la idea de permitir que los países se libren del castigo por sus supuestos pecados fiscales. Y la percepción de que los moralizadores bloquearán cualquier acción futura de rescate ha desencadenado un nuevo pánico en los mercados.
Al problema se suma la obsesión del BCE por mantener su "impecable" historial en relación con la estabilidad de los precios: en un momento en el que Europa necesita desesperadamente una recuperación sólida, y una inflación moderada sería realmente de ayuda, el banco ha estado restringiendo el dinero en lugar de hacer lo contrario, tratando de evitar un riesgo de inflación que solo existe en su imaginación.
Y ahora la situación está llegando a un punto crítico. No estamos hablando de una crisis que tendrá lugar a lo largo de un año o dos; esto podría venirse abajo en cuestión de días. Y si lo hace, el mundo entero sufrirá.
Así que, ¿hará el BCE lo que hay que hacer, que es prestar sin restricciones y rebajar los tipos? ¿O seguirán los dirigentes europeos demasiado centrados en castigar a los deudores para salvarse a sí mismos? El mundo entero está observando.
© 2011 New York Times News Service.
Traducción de News Clips.
Paul Krugman es profesor de Economía en Princeton y premio Nobel 2008.

martes, 6 de septiembre de 2011

QUIEN PAGA IMPUESTOS?

Quién paga impuestos? hoy viene un artículo en Cinco Días de un Inspector de Hacienda de cómo ha evolucionado el sistema fiscal español, se ha hecho más injusto y ha degenerado debido a la cagalera de los políticos; a mí me sobraría con que todo el mundo pagará lo que tiene que pagar, tema: el fraude fiscal, sobre el que nadie habla, que paguen la crisis los defraudadores. Nuestros colegas los economistas que viven como dioses gracias a las conferencias no se atreven a decir muchas cosas, muchas de ellas escritas en este artículo por un "funcionario", tan demonizados últimamente.Tribuna - José María Peláez Martos

Un sistema fiscal hecho añicos

José María Peláez Martos - 06/09/2011 - 07:00
En los últimos años, los dos partidos políticos mayoritarios se han dedicado a introducir modificaciones en el sistema tributario. Llama poderosamente la atención que siempre se ha hecho haciendo guiños a los mismos, a las grandes fortunas y a las rentas de capital. El resultado de todo ello es que nuestro sistema fiscal es tremendamente injusto, incumpliendo los principios de justicia y progresividad que se contemplan en el artículo 31.1 de nuestra Constitución.
Hay numerosos ejemplos de actuaciones irresponsables de nuestros políticos en materia tributaria, pero hablemos de algunas. Cuando la crisis no existía, y no estábamos sometidos a la actual dictadura de los llamados mercados, se decidió que las rentas del ahorro -que incluían incomprensiblemente a los beneficiarios de grandes pelotazos de todo tipo, como los inmobiliarios- debían tributar en el IRPF a un tipo del 18%, mientras que el tipo de las rentas del trabajo y profesionales podía llegar hasta el 43%.
Otro ejemplo se refiere a lo que muchos pensamos que es la mayor vergüenza fiscal de nuestra democracia. Estamos hablando de las Sicav; esos instrumentos de inversión y de ganar dinero que utilizan nuestras grandes fortunas y que tributan solo al 1%. Cuando la Inspección de Hacienda descubrió que estas grandes fortunas estaban haciendo trampa para cumplir los requisitos que se les exigían, los dos partidos mayoritarios acudieron en su ayuda, proporcionándoles una amnistía que provocó la anulación de miles de millones de euros en liquidaciones que ya estaban realizadas. Además, se le quitó a la Inspección la competencia para verificar su situación tributaria, para que esas grandes fortunas no pudieran ser importunadas en el futuro. El argumento político utilizado para justificar esa decisión fue que si se les molestaba había un riesgo probable de que cogieran el dinero y lo sacaran del país. Curioso argumento ya que esa normativa tan favorecedora no les exige que el dinero esté invertido en valores españoles.
El tercer ejemplo flagrante se refiere a la eliminación del impuesto sobre el patrimonio. Sobre este particular no quiero extenderme, ya que ahora está de moda recuperarlo, pero no olvidemos que ha supuesto un regalo de más de 2.000 millones de euros cada año.
Se pueden citar más ejemplos de despropósitos en las decisiones políticas, como ciertas normas aprobadas en los últimos tiempos, que favorecen la tributación en España de los fondos de inversión situados en paraísos fiscales, en contradicción con las grandes, e hipócritas, declaraciones de políticos españoles y europeos, señalando que les iban a declarar la guerra por ser causantes de la crisis. Tampoco debemos olvidar las sucesivas modificaciones del impuesto sobre sociedades que han provocado que su tributación efectiva sea del 10%-12%, cuando su tipo de tributación nominal es del 25%-30%.
El resultado de las actuaciones citadas es que, en el momento actual, las cargas fiscales recaigan mayoritariamente sobre las rentas bajas y medias, con especial efecto en las rentas del trabajo, porque no olvidemos que el 80% de la recaudación del IRPF corresponde a las rentas de los trabajadores con nómina.
En resumen, la carga de esta virulenta crisis la están sufriendo los trabajadores, pero no solo por el enorme número de desempleados, sino porque los que trabajan soportan la mayor carga fiscal, consecuencia de todos los regalos que se les han hecho a las rentas del capital y a las grandes fortunas en los últimos años.
Señores políticos, sometan su actuación a una profunda reflexión y cumplan la ley, como todos, ya que nuestra Constitución exige que el sistema fiscal sea justo y progresivo.
José María Peláez Martos. Inspector de Hacienda del Estado